¿Vemos más publicidad que contenido?
Unknown
2/26/2016 05:57:00 p. m.
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La audiencia sabe lo importante que es
la publicidad para los medios, en especial la televisión, ya que sin anuncios,
tendríamos que pagar cada vez que apretáramos el botón del mando. ¿Pero de
verdad es necesaria tal cantidad de publicidad?
En este aspecto, Antena 3 y Telecinco
parecen estar enzarzados en una pelea para ver quién emite más anuncios por
hora. Y parece que las cadenas de Atresmedia encabezan la lista, al menos en su
“prime time”, llegando casi a doblar
el tiempo que su “rival”.
Y los problemas son tanto el tiempo
que en este país se dedica a los anuncios, como también la forma, es decir,
cómo y cuándo se emite la publicidad. Son, por ejemplo, una falta de respeto al
espectador, esas eternas pausas de siete u ocho minutos, o ese recurso tan
empleado en Antena 3: una pausa de un minuto, treinta segundos de programa, y
te vuelven a colar una segunda pausa, esta vez de seis o siete minutos.
Ya no hablamos de si sois habituales de
Divinity, Neox, Nova o Energy. En ese caso, más de una vez os habréis enfadado
cuando un “volvemos en 6 minutos” deja, por ejemplo, el protagonista de
cualquier serie con la palabra en la boca, o, descaradamente, corta una palabra
por la mitad con la excusa de una cortinilla.
Ante estas situaciones, uno se pregunta:
¿de verdad consiguen el objetivo de que el espectador no cambie de canal
durante esas bloques publicitarios de siete minutos? Pues la verdad es que no
lo creo. Y si además de eso te dicen “7 minutos y volvemos”, habrá muchos
espectadores que, después de mirar la hora en el reloj, cambiarán de canal,
para retomar la serie o programa que estaban mirando al cabo de siete minutos, aunque la mayoría de veces eso solo
le servirá para ver el minuto final del episodio.
Y si la serie se estaba emitiendo en
Neox, o Nova, tendrá que hacer considerables esfuerzos para intentar recordar
qué estaba diciendo el protagonista antes de los anuncios, porque a los señores
de Atresmedia no les importa cortar una palabra por la mitad, pero tampoco
parece preocuparles que, después de la pausa, el espectador no pueda seguir el
hilo del programa. Ni siquiera son capaces de poner los cinco segundos
anteriores a la publicidad de nuevo.
Resumiendo, que aunque las cadenas
mencionadas fueran capaces de cumplir la ley, sería difícil que se arreglase la
situación. Puede que nos tragásemos “solo” doce minutos de publicidad cada
hora, pero la veríamos toda en un único y eterno bloque, e intentando recordar
lo que decía el prometido de la protagonista antes de que el anuncio de una
cafetera lograra dejarlo con la palabra en la boca.
Imagen sacada de Google. No tiene finalidad lucrativa.
Imagen sacada de Google. No tiene finalidad lucrativa.
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